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La nevera: ese electrodoméstico clave al que quizás no prestas toda la atención que merece. ¿Te has fijado en el estado de las juntas de tu nevera?

¿Sabías que mantener las juntas de la nevera limpias previene la aparición de moho?  El moho es un tipo de hongo que puede llegar a contaminar los alimentos, provocar alergias y ser un riesgo para la salud de nuestra familia. Además, la correcta higiene de las juntas evita fugas de aire frío provocando una mala conservación de los alimentos  y un mayor consumo energético.

El paso del tiempo, las condiciones de temperatura y humedad provocan que las juntas de goma del frigorífico se ensucien, ennegrezcan, pierdan flexibilidad e incluso aparezca moho.

Todos estos son motivos más que suficientes para remangarte y ponerte manos a la obra:

¿Cómo limpiarlas?

Para limpiar las juntas del frigorífico necesitaremos:

  1. Guantes: hay que proteger nuestras manos y evitar el contacto directo con las superficies sucias.
  2. Cepillo de dientes: es la herramienta perfecta ya que tiene el tamaño ideal para limpiar pequeños espacios y rincones.  
  3. Crema desengrasante con abrasivo STAR KITCHEN.
  4. Bayeta limpia: para evitar que las juntas de goma absorban olores

Con la ayuda del cepillo de dientes aplica la crema STAR KITCHEN en las juntas del frigorífico y deja  que el producto actúe durante  5 minutos. Frota enérgicamente las juntas de goma con el cepillo de dientes y finalmente elimina los restos de detergente con una bayeta húmeda limpia.

(* Recuerda tener especial cuidado con superficies cromadas, de acero inoxidable o de esmalte delicado pues el producto puede rayar el material.)

¡Una manera sencilla e higiénica de conservar correctamente tus alimentos y alargar la vida útil de tu nevera!

Una de las armas principales para combatir el cambio climático es la movilidad sostenible. El transporte motorizado es el responsable de la mayoría de las emisiones de Efecto Invernadero, es por eso que la bicicleta se está convirtiendo en un elemento clave en nuestros desplazamientos.  Todo eso sin tener en cuenta el uso de la bici los domingos por la montaña o el disfrute de largos paseos por la playa, y por qué no decirlo: es un medio de transporte saludable que además de ayudar al planeta, cuida tu forma física y fortalece tus músculos.

Después de regresar a casa de esa jornada por pistas embarradas, tienes la bicicleta hecha un Cristo y debes ponerla a punto para la próxima salida. Siguiendo nuestros consejos, vas a dejarla tan limpia que vas a ser la envidia de otros ciclistas.

* Ten especial atención a piezas oxidadas y alambres o salientes de metal con los que puedas cortarte o arañarte limpiando la bici.

  1. Usa unos guantes para mayor seguridad.
  2. Moja la bicicleta en su totalidad con la ayuda de una manguera o cubo en su defecto. La fuerza de la presión del agua ayudará a eliminar la suciedad adherida a la superficie.
  3. Una vez enjuagada, pasamos a limpiar en detalle los elementos de la bici. Ayúdate con STAR DEGREASER que elimina la grasa y suciedad persistente de forma fácil y con el mínimo esfuerzo. Pulveriza el producto sobre las llantas, cadena, frenos, retenes, discos y cambios.
  4. Una vez el producto haya actuado durante unos minutos, frota los elementos con una esponja suave, agua y jabón de lavar los platos. Un viejo cepillo de dientes que ya no uses también te servirá para limpiar pequeñas piezas y detalles.
  5. Aclara la bicicleta con agua. Mucho mejor con una manguera a presión que acabará de eliminar restos de grasa y barro adheridos a la superficie.
  6. Para el proceso de secado, utiliza un paño, bayeta seca o papel de cocina y asegúrate de eliminar restos de humedad de la bicicleta.
  7. Por último queda lubricar y engrasar las piezas de nuevo.

Ahora la bici ya está a punto para una nueva aventura. ¡Que la disfrutes!