Buscas en el baúl de los recuerdos y encuentras esa pulsera de plata que habías olvidado. Es un buen momento para volver a ponértela pero tiene ese tono ennegrecido que hace que luzca muy fea, sin brillo… ¡no sufras, que tengo la solución!
Tienes que saber que la plata es un metal que se deteriora debido a una reacción química al entrar en contacto con agentes ambientales, nada que ver con que se trate de una plata de mala calidad. El sulfuro de hidrógeno es el responsable de “manchar” el metal al entrar en contacto con cremas, perfumes o el propio Ph de la piel.
¿Cómo limpiar las joyas de plata en casa?
¡Fácil! En unos minutillos tendrás la pulsera lista para lucir brillante siguiendo estos pasos.
(Ten en cuenta que este proceso sólo sirve para la plata. Si hay otros elementos de otros materiales ¡se podrían dañar! :O)
Forra un recipiente de cristal o cerámica con papel de plata (deja que la parte brillante quede hacia arriba), echa bastante sal en el fondo y llena el recipiente de agua hirviendo. Una vez preparada la pócima mágica, sumerge la plata e intenta que esté en contacto con la sal lo máximo posible. Deja que la magia haga su trabajo durante 15 minutos y pasado este tiempo saca las piezas del agua con cuidado de no quemarte. Verás que gracias a una nueva reacción química, la suciedad se ha separado de la plata. Ahora sólo queda que elimines los restos con un paño suave y frotes para sacar a relucir el brillo natural de la pieza.
Voilà! Pulsera nueva 😉
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